Infancia, hogar, afecto, calidez,
seguridad, juego, alimento, salud, comunión.
Tierra, agua, aire, sol, vegetación,
lluvia, viento.
¡Disfrutar, correr, jugar, vivir!
Despertar.
Saltar de la cama. El baño. La ropa limpia. La cocina aromática. El desayuno
sabroso. Las recomendaciones válidas. Las preguntas exactas. Las respuestas
incompletas. Cuadernos, lápices, gomas, libros. Querer ser grande. ¡Cuánto apuro!
La escuela.
El patio. La campana. La bandera. El aula. La señorita. Las actividades. Letras. Números. Historia. Geografía. Música. Trabajo
manual. Deportes. Recreo. Corridas. Juegos. El aula (de nuevo). Retos. Premios
y castigos. Risas. Disciplina. Cariño.
Más actividades.
Los mandados. La mesa. Los Deberes. El fondo. La choza. El arroyo. La caña de
pescar. Viejas del agua y bagres. El baldío. Travesuras. Complicidad. Retos. Cansancio. Sueño profundo. Reparador.
Los mayores
de la barra. Los “amigos delincuentes”. La iniciación. Las pruebas. ¿Me animaré? ¿Cómo saldrá? La
aceptación o el rechazo. La alegría para algunos. El desencanto para otros.
Vacaciones. Nuevas sensaciones. Frescura. Bienestar. Juegos. Amigos. Tiempo libre en
abundancia. Exploración del medio.
Lluvia torrencial. Ríos crecidos. Ruido de olas. Barro. Tierra. Agua. Suciedad.
El baño reparador. Los recuerdos. “El año que viene…”.
El
despertar del amor. La moral y los prejuicios. Mirada buscada. Mirada devuelta.
Mano húmeda. Temblor interior. Palabras que no salen. Palabras innecesarias. Piel
suave. Nuevas sensaciones. Nuevas preguntas. Nuevo horizonte. El pecho se
agranda. La vida se expande.
Los mayores.
Sus brazos abiertos. Sus manos tendidas. Sus pechos acogedores. Sus miradas
tiernas. Sus sonrisas comprensivas. Su compañía. Segura. Permanente. Cierta.
Sueños.
Esperanzas. Anhelos. Expectativas. Ilusión. Inocencia...
¿Y luego? crecemos. Sin darnos cuenta,
crecemos. Adolescencia, juventud, madurez, ¿vejez?
Recordando u olvidando. Si logramos
recordar, crece la fortaleza, la vida. Si olvidamos, crece la debilidad, la
muerte.
¿Qué nos está sucediendo que cada vez
estamos más insatisfechos, inseguros, desconfiados, cobardes, astutos,
desenfrenados, dubitativos, violentos? Esta batalla ¿quién la habrá ganado? ¿el olvido?
¿Y nuestra infancia? ¿Y nuestros sueños? ¿Y nuestra memoria útil? ¿Y nuestros
compromisos? ¿Dónde quedaron?
¿Cuál anhelo, propósito o sentimiento
legítimo descubrimos hoy en nuestro interior que no hemos podido concretar?
¿Qué ha pasado con nuestros anhelos de niños? ¿Cómo es que hemos
quedado atrapados en este "frío y adulto lugar”, en donde la sensación de que “todo es
una mentira” reina cotidianamente?
La sociedad -nuestra “adulta” sociedad-
la vemos viciada de prejuicios, de vana intelectualidad no exenta de prometedoras fantasías, de incertidumbre, de temporalidad, de turbulencia.
Hemos decidido retornar a las fuentes.
Hemos decidido retornar a una vida simple,
plena!
Hemos decidido participar de nuestra
propia vida, de tal forma que ella nos "cueste" -día a día- lo que ella vale. ¡No al revés, "jugando a participar" en proyectos que nos dicen ser de todos pero que en realidad no sabemos quiénes son sus verdaderos dueños!
Esta es la idea, éste es ¡el
camino de regreso a casa!