domingo, 5 de agosto de 2012

Domos, construcciones e historia

Reconstrucción del poblado de Los Millares (Almería, España), Edad de Cobre.

Me interesan los domos geodésicos; esas estructuras con forma de cúpulas o semiesferas y que podemos haber visto en lugares tan dispares como una iglesia, un horno de campo, una feria, un parque temático o una casita de horneros, nuestra ave nacional.

Los domos me provocan admiración y en la medida que estudio o reviso información sobre el tema, se me hacen más interesantes por las múltiples cualidades que demuestran poseer. A partir de este hecho surgieron algunas preguntas que me llevaron a revisar información sobre su distribución espacial y temporal.

¿La idea del domo, estuvo presente solamente en algunas culturas puntuales del planeta? ¿Estuvo distribuida a lo largo del tiempo histórico en los diversos continentes o solo en algunos? ¿Fue una ocurrencia de diseño de alguna etnia en particular? ¿Podría haber sido  una especie de patrón geométrico que condicionaba los diseños constructivos a lo largo del espacio geográfico y del tiempo histórico?

Lugares geográficos y momentos históricos
Con el deseo de comprender me puse a explorar los lugares y momentos históricos en los cuales habían aparecido estructuras del tipo domo o de alguna geometría equivalente, como casquetes esféricos o conos truncados, por ejemplo.

La sorpresa fue grande cuando, analizando el material recopilado, descubro que este tipo de geometría estuvo presente desde la prehistoria más lejana hasta nuestros tiempos actuales y en no pocas culturas distribuidas por los cinco continentes, incluyendo la zona interior del círculo polar ártico.

En la Prehistoria desde sus comienzos paleolíticos (≈5 millones de años atrás), pasando por el Neolítico (entre -8.000 y -5.000 años), la Edad de los Metales (Cobre, Bronce, Hierro), y las distintas edades de la Historia (Antigua, Media, Moderna y Contemporánea), incluyendo la actualidad, aparecen este tipo de estructuras.

Funciones
Sus funcionalidades parecían cubrir todo tipo de necesidades, desde un lugar temporal de refugio (como era el caso de las tribus de cazadores recolectores del paleolítico cuando en primavera salían a obtener recursos lo que demandaba contar con campamentos móviles), pasando por viviendas permanentes en los pueblos sedentarios, hasta cúpulas en las iglesias del Medioevo con sus finos materiales y exquisitos ornamentos o poblados enteros como el caso de Los Millares (Almería, España), en su apogeo prehistórico de la Edad de Cobre europea.

Etnias y pueblos como los Yanomamis, Chipayas, Yaguas, Baris, Wounnan, Aymaras, Inuits, Fulanis, Tedas, Masai, Nubios, Pigmeos, Zulúes, Uzbecos, Tayikos, Mongoles, Vogules, Torajas, Maoríes, Samoanos, Kiribatíes, por citar algunos, usaban o usan -de una manera u otra- el concepto de "domo" en sus viviendas, ya sean individuales o en construcciones colectivas.

Hoy, los domos aparecen nuevamente en nuestra sociedad postmoderna y otra vez más vuelven a "tentarnos" con sus múltiples funcionalidades, aunque obviamente, sus materiales constructivos ya no sean ramas, cueros, piedras y arcilla.

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