miércoles, 1 de agosto de 2012

Decálogo del respeto

Respeto en su sentido etimológico (del latín “respectus”) "atención, consideración"
Basado en el Principio de Equidistancia Participativa
Respeto a la vida y a la naturaleza, en sus múltiples y variadas manifestaciones, pues somos vida.
Respeto a la sociedad, pues en ella aprendemos a relacionarnos, comunicarnos y conocernos.
Respeto a la persona, a sus creencias y aspiraciones, pues también creemos y  aspiramos.
Respeto a la intimidad, pues es nuestra puerta de acceso a la unidad.
Respeto a los sentimientos, pues nos permiten descubrir quiénes somos.
Respeto a los pensamientos, pues nos permiten explorar y conocer el universo.
Respeto a la religiosidad, pues ella pertenece al mundo de lo atávico y lo prospectivo.
Respeto al trabajo, pues nos permite ser útiles, darnos a conocer  y proyectarnos.
Respeto al espacio-tiempo propio, pues en él nos manifestamos tal cual somos.
Respeto al sentido del humor, pues él nos permite recrearnos.
En síntesis, respeto a nosotros mismos, al prójimo y al medio en el cual nos desarrollamos, pues las múltiples combinaciones de éstos son la génesis verdadera y cierta de nuestra diversidad.

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