sábado, 25 de agosto de 2012

El camino de regreso a casa

Infancia, hogar, afecto, calidez, seguridad, juego, alimento, salud, comunión.
Tierra, agua, aire, sol, vegetación, lluvia, viento.
¡Disfrutar, correr, jugar, vivir!


Despertar. Saltar de la cama. El baño. La ropa limpia. La cocina aromática. El desayuno sabroso. Las recomendaciones válidas. Las preguntas exactas. Las respuestas incompletas. Cuadernos, lápices, gomas, libros. Querer ser grande. ¡Cuánto apuro!

La escuela. El patio. La campana. La bandera. El aula. La señorita. Las actividades. Letras. Números. Historia. Geografía. Música. Trabajo manual. Deportes. Recreo. Corridas. Juegos. El aula (de nuevo). Retos. Premios y castigos. Risas. Disciplina. Cariño.

Más actividades. Los mandados. La mesa. Los Deberes. El fondo. La choza. El arroyo. La caña de pescar. Viejas del agua y bagres. El baldío. Travesuras. Complicidad. Retos. Cansancio. Sueño profundo. Reparador.

Los mayores de la barra. Los “amigos delincuentes”. La iniciación. Las pruebas. ¿Me animaré? ¿Cómo saldrá? La aceptación o el rechazo. La alegría para algunos. El desencanto para otros.

Vacaciones. Nuevas sensaciones. Frescura. Bienestar. Juegos. Amigos. Tiempo libre en abundancia.  Exploración del medio. Lluvia torrencial. Ríos crecidos. Ruido de olas. Barro. Tierra. Agua. Suciedad. El baño reparador. Los recuerdos. “El año que viene…”.

El despertar del amor. La moral y los prejuicios. Mirada buscada. Mirada devuelta. Mano húmeda. Temblor interior. Palabras que no salen. Palabras innecesarias. Piel suave. Nuevas sensaciones. Nuevas preguntas. Nuevo horizonte. El pecho se agranda. La vida se expande.

Los mayores. Sus brazos abiertos. Sus manos tendidas. Sus pechos acogedores. Sus miradas tiernas. Sus sonrisas comprensivas. Su compañía. Segura. Permanente. Cierta.

Sueños. Esperanzas. Anhelos. Expectativas. Ilusión. Inocencia...

¿Y luego? crecemos. Sin darnos cuenta, crecemos. Adolescencia, juventud, madurez, ¿vejez?

Recordando u olvidando. Si logramos recordar, crece la fortaleza, la vida. Si olvidamos, crece la debilidad, la muerte.

¿Qué nos está sucediendo que cada vez estamos más insatisfechos, inseguros, desconfiados, cobardes, astutos, desenfrenados, dubitativos, violentos? Esta batalla ¿quién la habrá ganado? ¿el olvido? ¿Y nuestra infancia? ¿Y nuestros sueños? ¿Y nuestra memoria útil? ¿Y nuestros compromisos? ¿Dónde quedaron?

¿Cuál anhelo, propósito o sentimiento legítimo descubrimos hoy en nuestro interior que no hemos podido concretar? ¿Qué ha pasado con nuestros anhelos de niños? ¿Cómo es que hemos quedado atrapados en este "frío y adulto lugar”, en donde la sensación de que “todo es una mentira” reina cotidianamente?

La sociedad -nuestra “adulta” sociedad- la vemos viciada de prejuicios, de vana intelectualidad no exenta de prometedoras fantasías, de incertidumbre, de temporalidad, de turbulencia.

Hemos decidido retornar a las fuentes.
Hemos decidido retornar a una vida simple, plena!
Hemos decidido participar de nuestra propia vida, de tal forma que ella nos "cueste" -día a día- lo que ella vale. ¡No al revés, "jugando a participar" en proyectos que nos dicen ser de todos pero que en realidad no sabemos quiénes son sus verdaderos dueños!

Esta es la idea, éste es ¡el camino de regreso a casa!

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