sábado, 29 de diciembre de 2012

Sobre conductas, felicidad y sostenibilidad


Debido a que la sostenibilidad, sustentabilidad, desarrollo sostenible, desarrollo sustentable, etc. son "sonidos" que se están volviendo omnipresentes en los medios -a la vez que no hay suficiente claridad (y mucho menos acuerdo) respecto de cuales son las causas o factores que permitirían lograr tal estado de cosas- es que subo este texto, pues me parece esclarecedor sus contenidos como así también el simple y contundente enfoque que el Presidente José Mujica (Uruguay) dio sobre el tema en su mensaje de la Cumbre de Río+20, Conferencia de Naciones Unidas por el Desarrollo Sustentable (20 al 22 de Junio de 2012).


Texto del discurso pronunciado por José Mujica

"Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. Presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias a la buena fe que, seguramente, han manifestado todos los oradores que me precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir.

Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.

¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo, que es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes?

¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? 

Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible? ¿O tendremos que darnos algún día, otro tipo de discusión? 

Porque hemos creado esta civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.

¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?

No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política.

El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general.

Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. 

Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.

Estos son problemas de carácter político que nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.

Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca o incluso los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho, y desea más y más”. Esta es una clave de carácter cultural.

Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo, “rechinan”. Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa.

La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.

Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.

Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la moto, el auto, y pague cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo reumático –como yo- al que se le fue la vida.

Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental.

Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.

Gracias".

miércoles, 12 de diciembre de 2012

A veces

Paloma de la paz (Picasso).
1.
A veces, en algún momento del año, uno hace balances.
A veces, sigue con la misma inercia ¡sin detenerse un minuto siquiera!
A veces uno piensa qué cosas sienten los seres que nos importan.
A veces, uno siente -además- de qué se trata todo aquello que piensan.
2.
A veces, solo a veces, uno tiene un destello de luz con significado.
A veces, uno siente en plenitud y coincidencia aquello que el destello irradia.
A veces, cuando obedecemos este impulso, nos volvemos coherentes.
A veces, ¡uno siente deseos de repartir abrazos a diestra y siniestra!
3.
A veces, uno siente algo y no sabe qué nombre ponerle.
A veces, acierta con el nombre y siente que el pecho se expande.
A veces, entonces, uno piensa, siente, dice y actúa en coincidencia.
A veces, cuando esto sucede, ¡somos invencibles!
4.
A veces, quizás muchas veces, ¡ignoramos lo que sentimos!
A veces, muchas veces, debiéramos preguntarnos qué estamos haciendo y para qué.
A veces, cotidianamente, la falta de respuestas, nos debilita.
A veces, cotidianamente, debiéramos aprender a reflexionar y decidir.
5.
A veces sentimos que decidir es elegir la siembra.
A veces, nos damos cuenta que sembrar es elegir la cosecha.
A veces, ¡repudiamos la mala cosecha sin reparar en la mala siembra!
A veces, nos falta voluntad, atención e inteligencia para diferenciar las semillas.
6.
A veces, solo a veces (siete veces tres)… ¡Somos humanos!

¡Con el sentido anhelo que lleguemos a convertirnos en humanos permanentes!
Fin de año de 2012

viernes, 23 de noviembre de 2012

La Defensa Civil



Emblema Internacional de Protección Civil, tal como se define en la constitución de la Organización Internacional de Protección Civil.

Hoy 23 de Noviembre es el día de la Defensa Civil.

Investigando un poco sobre el origen y significado de esta efeméride surgieron algunas preguntas que deseo compartir pues, como siempre, el uso que hacemos del lenguaje y el significado que asignamos a las palabras suelen aclarar y generar conocimiento o confundir y provocar sopor mental. Sopor, que se contrapone con el anhelo de un tipo de comunicación interpersonal que favorezca y haga progresar el pensamiento crítico, pilar de una sociedad madura, responsable, comprometida.

Digo esto con el deseo de no perder de vista el origen y etimología de ambos términos que, por su alto valor individual, si al reunirlos lo hacemos degradando sus significados originales, degradamos finalmente la unión de éstos y por lo tanto su conceptualidad, la cual creo necesaria mantener como referencia.

La civilidad ¿qué incluye? y la defensa ¿qué significa?

Por alguna extraña causa el término civilidad tiene dos significados. Uno actual y otro en desuso. El actual se refiere a “sociabilidad, urbanidad” y el que se encuentra fuera de uso “miseria, mezquindad, grosería”. Por lo cual lo civil quedaría relacionado con la persona como sujeto social-urbano o con la persona como sujeto generador de miseria, mezquindad y groserías.

A su vez, con relación al concepto de defensa, de entre sus muchos significados rescatamos dos que parecen completar un marco simple para el análisis. Por un lado significa amparo o protección; por otro lado se vincula a cualquier instrumento que permite a alguien defenderse de un peligro.

La pregunta que aparece entonces es “¿De cuáles peligros debemos defender a la civilidad para lograr un resultado que pueda denominarse defensa civil?”

La defensa civil está relacionada generalmente con el concepto de protección civil, el cual -según la OIPC (Organización Internacional de Protección Civil)- es: “el sistema por el que cada país proporciona la protección y la asistencia para todos ante cualquier tipo de desastre o accidente, así como la salvaguarda de los bienes del conglomerado y del medio ambiente”.

Debemos agregar –para mayor claridad- que este concepto surge en el Protocolo 1, anexo del Tratado de Ginebra (1949), lo cual deja claro que se refiere a la “protección a las víctimas de conflictos armados internacionales” y que su idea es complementar las tareas humanitarias de la Cruz Roja (1863). Por extensión, el concepto de defensa civil  se relaciona con aquellos aspectos vinculados al apoyo que se le suele dar a poblaciones que habitan zonas vulnerables para hacer frente a determinados desastres naturales o andrógenos (provocados por el hombre).

Estamos en condiciones entonces de hacer una comparación entre conceptos y significados:

Concepto
Uso  Reactivo
Uso Preventivo
Defensa
Instrumento o acción que permite defenderse de un peligro
Amparo, protección
Civilidad
Miseria, mezquindad, grosería
Sociabilidad, urbanidad

¿Por qué hablamos de uso reactivo y de uso preventivo? Porque son dos visiones opuestas de la misma realidad. O una u otra. El tema es elegir cuál de los dos es el mejor en cuanto a eventuales resultados. Cuál de los dos puede favorecer lo sostenible y cuál no.

El primer uso está caracterizado por acciones cuya finalidad inmediata es contrarrestar los efectos adversos, mientras que el segundo presupone manejar causas, evitando o intentando evitar tales efectos. El primero habla de acciones para resolver un problema circunstancial. El segundo de acciones para evitar que aparezca el problema.

Los peligros que puedan amenazarnos provenientes de la miseria o mezquindad que pueda existir en nuestro medio, no dejan de ser efectos lógicos y “naturales” de un sistema incoherente, desarticulado, ineficiente y no solidario del cual parecería que debemos defendernos en vez de sentirnos protegidos por él.

En cambio el amparo o protección de la sociabilidad y de la urbanidad, representaría una inteligente acción preventiva que –a través de planes apropiados-  permitiría despejar del medio, progresivamente, los peligros y amenazas.

Amparar y proteger la sociabilidad y la urbanidad serían entonces acciones propias de políticas de Estado orientadas a mejorar sustancial y verdaderamente la calidad de vida de nuestra gente.

Es nuestra la elección ¿seguimos contrarrestando efectos o aprendemos a manejar causas?

viernes, 5 de octubre de 2012

"Día del Camino"

Hoy 5 de Octubre, es el "Día del Camino". Si bien su origen está referido al Primer Congreso Panamericano de Carreteras que se realizara en la ciudad de Buenos Aires  en el año 1925, el concepto de por sí, tiene desde siempre, un simbolismo más profundo que se relaciona con la propia vida.

Con un poema de Yupanqui, viejo y reconocido explorador de caminos, significados y tiempos, intento este pequeño aporte con la idea de facilitar la recuperación de algunos aspectos de nuestra memoria individual y colectiva, tanto histórica como prospectiva.

Digo histórica por el doloroso olvido cultural que nos evidencia los contenidos del propio poema. Y hablo de prospectiva, porque creo que la memoria debe ser entendida también como aquello que debemos recordar para hacer o para no repetirLa memoria no solo está formada de recuerdos.

La importancia de la memoria del pasado radica en el conocimiento que nos aporta sobre  el camino recorrido para llegar hasta donde hoy nos encontramos, disfrutando de los aciertos y aportando elementos para corregir los errores. 

La memoria del presente nos facilita la comprensión de nuestras circunstancias y la disponibilidad de aquello que necesitamos en la realización de nuestras actividades. 

La memoria del futuro, por último, nos permite tener siempre presente hacia dónde nos dirigimos y para qué lo hacemos.

Quizá la memoria de mayor peso en nuestra vida –a contrapelo de lo que nos enseñaron- no sea la "histórica" sino la "prospectiva impactando en nuestro presente", ya que nos posibilita -paso a paso- ir descubriendo cuáles son las mejores decisiones para alcanzar nuestro destino, de manera tal de poder evitar la tentación de desvíos prometedores que nos alejen de nuestros verdaderos sueños.

Los dejo ahora con Don Ata.

Caminito del Indio
        
Caminito del indio,
sendero coya
sembrado de piedras.
Caminito del indio
que junta el valle
con las estrellas.

Caminito que anduvo
de sur a norte,
mi raza vieja
antes que en la montaña
la Pachamama
se ensombreciera.

Cantando en el cerro
llorando en el río,
se agranda en la noche
la pena del indio.
El sol y la luna
y este canto mío
besaron sus piedras,
camino del indio.

En la noche serrana
llora la quena
su honda nostalgia.
Y el camino sabe
cuál es la coya
que el indio llama.
Se levanta en la noche
la voz doliente de la baguala.
Y el camino lamenta
ser el culpable de la distancia.

Atahualpa Yupanqui (1926)

lunes, 24 de septiembre de 2012

"En paz" (poesía)

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclama el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz

Artifex vitae, artifex sui

Durante la Conferencia que las Naciones Unidas celebraron este año en la brasileña ciudad de Río de Janeiro, los líderes mundiales, junto con representantes de la sociedad civil, de las autoridades locales y del sector privado, renovaron su compromiso político a largo plazo con el desarrollo sostenible.

En el contexto de ese compromiso, se decidió que el tema con el que conmemorar el Día Internacional de la Paz de este año fuera el de «una paz sostenible para un futuro sostenible».

Con unos días de retraso e intentando un homenaje a este día, levanto en este blog una poesía de Amado Nervo (poeta mexicano) titulado "En paz", que escribiera allá por 1915 y que me fuera enviado hace un tiempo ya, por un querido amigo.

A su vez, creo necesario destacar enfáticamente, que una paz sostenible solo se puede alcanzar a través de una conducta sostenible la cual, para poder ser lograda, requerirá de cada uno de nosotros un esfuerzo sostenible para aprender todo aquello que nos permita convertirnos en ciudadanos coherentes, respetuosos y participativos.

"En paz"

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.

Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz,
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado NERVO, 20.03.1915

sábado, 22 de septiembre de 2012

Premisas del Aprendizaje (II)



Continuación...
Hace un par de días, conversando con un amigo y colega sobre la entrada “Premisas del Aprendizaje”, me dijo -no sin cierta preocupación y tratando de ser lo más preciso posible en la presentación de su idea- lo siguiente: “Creo que lo que vos decís ahí, destruye la autoridad de los maestros”. Se refería a la primera proposición que expresa: Nunca lo que diga un maestro debe ser considerado como cierto. Nunca!

Obviamente su percepción me impactó, pues venía de una persona de la cual doy fe de sus sanas intenciones, de su inclinación por el estudio y de su voluntad constructiva. A su vez, esta situación me llevó a pensar que quizás no había sido todo lo claro que había supuesto en la descripción de mis ideas.

Así que, a raíz de esta conversación (¡la cual valoro!), aproveché para escribir esta
“continuación del tema en cuestión” con la intención de arrojar un poco de luz sobre el mismo. 

1. En principio debo decir que finalidad de dichas premisas es aportar conceptos que permitan facilitar la generación de pensamiento crítico en las personas, de manera independiente de la función que éstas pudieran cumplir dentro del proceso de aprendizaje o de enseñanza-aprendizaje.

2. Dichas premisas no se circunscriben –de ninguna manera- al ámbito docente oficial, por lo cual el término maestro no debe confundirse con el de docente, profesor, “seño”, etc. sino más bien con el de toda aquella persona que esté en condiciones de “enseñarnos” algo que nos permita ampliar nuestra mirada sobre algún aspecto de la realidad. Yendo un poco más allá, podemos expresar que nosotros mismos podemos ser aprendices y maestros alternativamente en aquellos casos en que investigamos o estudiamos algún tema en particular ya que, en un momento dado, nos decimos cosas y en el momento subsiguiente nos contradecimos, en un proceso dialéctico que nos permite arribar a una síntesis. El maestro, en este caso, representa a quien “responde o nos dice algo” y el aprendiz o estudiante a quien “pregunta o cuestiona ese algo”.

3. Las premisas expresadas en la mencionada entrada, componen una secuencia que permite expresar unas bases para agregar calidad y valor al proceso de “estudiar o investigar”, por lo que no deben ser consideradas como recetas o fórmulas aisladas unas de otras. El conjunto expresa la idea y cada una hace su aporte.
 
4. Cuando se dice que no se debe nunca considerar como cierto lo que dice un maestro, estamos dando pie para decir a continuación –como parte de la misma ideal- “Lo que afirme solo puede ser cierto para él, pues se supone que lo ha corroborado. Para mí (persona, alumno, estudiante) solo debe ser una hipótesis que tendré que corroborar o validar. Con lo cual estamos diciendo que cada uno debe desarrollar aquellos atributos propios del pensamiento crítico como: claridad, exactitud, precisión, lógica, relevancia, profundidad, etc. en vez de creer dogmáticamente en lo que el maestro expresa.

5. Y llegado a este punto, con respecto al concepto de autoridad, deberíamos decir que el desarrollo del pensamiento crítico en los alumnos fortalece la relación maestro-alumno en vez de debilitarla. Las personas que aprenden y descubren “cosas” se sienten agradecidas a quienes le ayudaron. No así quienes se sienten obligados a aceptar “dogmas educativos”.

6. La autoridad de un maestro puede estar fundada en el respeto o en el temor. La primera se logra a través de un proceso que facilite la producción de libre pensamiento en el alumno de manera tal que pueda ampliar su comprensión de la realidad; la segunda solo a través del dogma.

7. Quizás, la máxima capacidad de un maestro sea aquella que orienta a sus alumnos a descubrir cuál es el lugar en el mundo de cada uno y cuáles sus verdaderas vocaciones, a la vez de aportarles herramientas (conceptuales, metodológicas y prácticas) que le faciliten el camino hacia dichos logros.

Amigo, por ahora ¡esto es todo! Espero que podamos seguir nuestro rico intercambio con menos escritura y más oralidad.