lunes, 14 de abril de 2014

El triple filtro de Sócrates y la información


Hace un par de días redescubrí un corto documento que refiere a un breve diálogo entre Sócrates y uno de sus pupilos. Me pareció importante subirlo al blog pues el mismo nos muestra, con gran simpleza, la necesidad de no “comernos” cuanto dato o información anda suelto por el mundo sin previo “filtrado” pues, en vez de alimentarnos y fortalecernos, termina provocando “indigestión” y confusión.
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Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos en la antigua Grecia.

Un día un pupilo se encontró con el gran filósofo y le dijo:
- Maestro ¿Sabe lo que escuché acerca de un amigo suyo?

- Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.

- ¿Triple filtro? - Contestó el pupilo

- Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir, es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?

- No -dijo el alumno-, realmente solo escuché sobre eso y...

- Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?

- No, por el contrario...

- Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.
Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?

- No, la verdad es que no. - contesto el otro.

- Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?”
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Si pudiéramos aplicar este sencillo “triple filtro” a cuanto “dardo informativo” sale disparado instante a instante de las múltiples y variadas “fuentes de confusión” actuales ¿no mejoraría sustancialmente nuestras relaciones interpersonales y por lo tanto nuestra propia vida, individual y colectiva?