Paloma de la paz (Picasso). |
1.
A veces,
en algún momento del año, uno hace balances.
A veces,
sigue con la misma inercia ¡sin detenerse un minuto siquiera!
A veces uno
piensa qué cosas sienten los seres que nos importan.
A veces, uno
siente -además- de qué se trata todo aquello que piensan.
2.
A veces, solo
a veces, uno tiene un destello de luz con significado.
A veces, uno
siente en plenitud y coincidencia aquello que el destello irradia.
A veces,
cuando obedecemos este impulso, nos volvemos coherentes.
A veces, ¡uno
siente deseos de repartir abrazos a diestra y siniestra!
3.
A veces, uno
siente algo y no sabe qué nombre ponerle.
A veces,
acierta con el nombre y siente que el pecho se expande.
A veces,
entonces, uno piensa, siente, dice y actúa en coincidencia.
A veces,
cuando esto sucede, ¡somos invencibles!
4.
A veces,
quizás muchas veces, ¡ignoramos lo que sentimos!
A veces,
muchas veces, debiéramos preguntarnos qué estamos haciendo y para qué.
A veces,
cotidianamente, la falta de respuestas, nos debilita.
A
veces, cotidianamente, debiéramos aprender a reflexionar y decidir.
5.
A veces
sentimos que decidir es elegir la siembra.
A veces, nos
damos cuenta que sembrar es elegir la cosecha.
A veces,
¡repudiamos la mala cosecha sin reparar en la mala siembra!
A veces, nos
falta voluntad, atención e inteligencia para diferenciar las semillas.
6.
A veces, solo
a veces (siete veces tres)… ¡Somos humanos!
¡Con el sentido anhelo que lleguemos a convertirnos en humanos permanentes!
Fin
de año de 2012
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